Cuevas del Drach con niños, disfrute para todos
Segundo viaje a la capital balear, pero con niños para ver las Cuevas del Drach. Nosotros ya fuimos en el 2.010, pero en este viaje volvíamos con Keira en el que sería su primer viaje en avión y nuestro último viaje en mucho tiempo. Fue once días antes de que en España se decretase el estado de alarma por el coronavirus.
Muchas de las cosas que hay que ver en Palma ya las habíamos visto en nuestro primer viaje. En este viaje nos dedicamos a conocer un poco más la capital de las Islas Baleares y disfrutar del viaje con la niña.
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Llegada a Mallorca
El primer día llegamos sobre la hora de comer al aeropuerto y, entre que cogimos el coche de alquiler, llegábamos al aparthotel, descargamos las maletas e hicimos algo de compra, cuando llegamos de nuevo para salir a dar una vuelta Keira se había quedado dormida, así que la dejamos descansar, que su primer vuelo la había dejado rendida.
Salimos a dar una vuelta por el paseo marítimo antes de cenar y volvimos pronto a la habitación. Preparamos la cena y a descansar un poco, al día siguiente nos íbamos a ver las Cuevas del Drach.
Como hemos dicho, era nuestro primer viaje en avión con la peque y lo que más nos costó fue preparar todo lo relativo a ella: qué ropa llevábamos, este carro lo podremos subir o no, llevamos el porteo o no, etc. Pero lo que no dudamos era en llevar un seguro de viaje familiar y, como no podía ser de otra manera, lo hicimos con InterMundial.
El segundo día, nos disponíamos a ir a una de las cuevas que más ganas teníamos de conocer de España, las Cuevas del Drach.
Nos alojamos en el Aparthotel Fontanellas Playa, enfrente del Palma Aquarium. Hasta las cuevas teníamos 60 kilómetros, unos 45 minutos por carreteras muy fáciles hasta Manacor. Tras cruzarlo, seguir por una carretera de doble sentido hasta un par de kilómetros antes de Port de Manacor, donde está el desvío hacia el parking de las cuevas. Este se encuentra en una gran arboleda donde hay bastante sitio para poder aparcar sin problema.
Visita las Cuevas del Drach con niños
Para poder comprar las entradas de las Cuevas del Drach os recomendamos hacerlo on-line a través de su página web. Aparte de ahorraros unos eurillos, no tendréis problemas de aforo al comprarlas en taquilla.
Desde el parking hasta las cuevas hay unos 5 minutos andando, aunque lo más seguro es que os toque esperar la larga cola que se forma. A pesar de ir fuera de temporada, éramos más de 200 personas para poder entrar. Esto no nos gustó en la organización de las visitas, pero vamos a ir por partes, primero vamos a hablar de las cuevas.
Son una auténtica pasada, eso no lo podemos negar, y ver las Cuevas del Drach con niños es muy fácil con una mochila de porteo.
En la Edad Media ya se tenía constancia de las cuevas. Aunque no fue hasta 1.880 que se descubrió el lago subterráneo que lleva el nombre de su descubridor E.A. Martel.
El recorrido tiene unos 1.200 metros de distancia y se pueden ver un montón de formaciones geológicas impresionantes y lagos de agua azul turquesa.
Al final del recorrido, en el lago Martel, se ha construido un anfiteatro para poder disfrutar de un pequeño concierto de un cuarteto de chelo, clave y dos violines subidos en unas barcas, de unos 10 minutos de duración.
Tras el concierto, puedes recorrer los últimos metros de la cueva a pié o, como hicimos nosotros, en una de las barcas y recorrerlos sobre el agua hasta la salida.
Nuestra humilde opinión
Ahora vamos con la segunda parte, lo que no nos gustó. Después de estar en otras cuevas como las de Enebralejos en Segovia o Soplao en Cantabria, que entras en grupos reducidos, con un guía explicando todo, informándote de lo que puedes y no puedes hacer, en las cuevas del Drach nos soltaron como fieras. Gente sacando fotos con flash (a pesar de los carteles), padres diciéndoles a sus hijos que tocaran las formaciones después de tocarlas ellos claro… salimos, la verdad, bastante disgustados del trato que le dan a la cueva, únicamente turístico y nada de conservación.
Port Manacor con niños
Después de ver la cuevas del Drach con niños, nos fuimos un rato a la playa de Port de Manacor antes de comer. Había que dar un poco de tiempo a la niña a que también disfrutara y jugase con la arena y se mojase los pies en el agua.
Aunque nosotros solo pasamos un rato por la playa, también podéis ver en Port de Manacor la fábrica de perlas de Majorica, Centro Internacional de Tenis Rafael Nadal u otras cuevas como son las Cuevas dels Hams.
Para comer en Manacor lo hicimos en el restaurante Ses Delicies, en el centro del pueblo. Nos pedimos una pasta carbonara y un solomillo con salsa de roquefort para nosotros, y unos nugget de pollo para Keira.
Después de comer hicimos algo de compra para cenar, ya que no había nada abierto para poder cenar cerca del hotel y cenamos allí.
Cuando llegamos, dejamos la compra y nos dimos un chapuzón con la niña en la piscina interior. Después salimos a dar una vuelta por el paseo marítimo.
Al volver al hotel había espectáculo al más puro estilo Benidorm. Nos quedamos un rato a tomarnos una cerveza y nos fuimos a cenar y a dormir, aunque los pequeños antes que los adultos.
«Disfruta de cada momento».
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