Qué ver en El Retiro y Reina Sofía
Siempre hemos vivido en Madrid y nunca habíamos ido a ver El Retiro. No sé si os pasa a vosotros, pero conocemos siempre otros países y ciudades antes que nuestra propia ciudad.
Empezamos el día con una visita a los Jardines del Buen Retiro, más conocidos como El Retiro. Alberga numerosos conjuntos arquitectónicos, escultóricos y paisajísticos de los siglos XVII a XXI.
Para ver El Retiro, se puede hacer entrando por una de las muchas puertas que tiene. Nosotros entramos por la puerta que hay en la esquina entre la calle Menéndez Pelayo y la calle del Poeta Esteban Villegas.
Índice de contenidos
Que ver en El Retiro
Nuestra primera parada fue La Rosaleda que cuenta con una colección de más de 4.000 rosales de diferentes partes del mundo. Nosotros fuimos en noviembre y no se veía tan colorido como podría ser en primavera/verano, pero aun así, había muchas aun en buen estado.
Tras un pequeño recorrido a través de La Rosaleda, llegamos a la conocida fuente del Ángel Caído. La fuente tiene una gran curiosidad y es que su altura topográfica oficial es de 666 metros sobre el nivel del mar.
Esto ha despertado la imaginación de aficionados al esoterismo. A que aparte de la altura, hay una falsa creencia de la que la fuente esta erigida como homenaje a Lucifer.
Continuamos por el Paseo Uruguay, donde nos llama la atención una pareja bailando tango en el paseo (y no lo hacían nada mal). Llegamos a la altura de la estatua a Benito Pérez Galdós y nos metemos por mitad del parque, viendo al fondo el Palacio de Cristal.
Palacio de Cristal
El Palacio de Cristal de 1887 (construido para la Exposición de las Islas Filipinas) es una estructura realizada con metal y cristal. En la actualidad se realizan exposiciones de arte contemporáneo como sede del Museo Reina Sofía de Madrid.
La entrada es gratuita y había cola, con tal mala suerte que me confundí al mirar los horarios y cerraba antes de lo que esperábamos. Pero aun así nos pusimos a la cola y logramos entrar. En ese momento estaba la exposición Palimpsesto, de la colombiana Doris Salcedo.
Había grabado en el suelo nombres de personas que habían fallecido ahogadas tratando de llegar a Europa en busca de una vida mejor, y para simular el mar, los nombres que estaban en el suelo, se iban llenando de agua poco a poco.
Palacio de Velázquez
Tras quitarnos los cubre zapatos que te tienes que poner para poder entrar (no busques tu talla), nos dirigimos al Palacio de Velázquez.
Había una exposición de Esther Ferrer, pero al contrario que con la otra, a esta no le encontramos sentido y además, el lugar nos provocó mareos ya que era un espacio muy amplio y todo blanco, o a eso lo achacamos nosotros.
Y ya llegamos a la fuente de la Alcachofa, en una de las esquinas del Estanque Grande del Retiro. En este de El Retiro podemos ver la estatua de 30 metros de Alfonso XII. Está formado por una estatua ecuestre y una columnata (estaba con andamios la mitad) con un gran número de esculturas que la rodea.
Casita del Pescador
Continuamos bajo la sombra de castaños, cedros y encinas (entre las 167 especies diferentes de especies arbóreas que hay) hasta llegar a la Casita del Pescador, que se encuentra dentro de un estanque y está rodeado por un corredor, del que parte una pasarela, que la une con suelo firme.
Continuamos bajando por el Paseo Colombia, viendo como los patinadores intentan no caerse ni atropellar a nadie, hasta llegar a la fuente de los Galápagos, donde vimos un corro de gente, así que decidimos ver que era.
Eran un grupo de cuatro chicos que estaban haciendo un espectáculo de break dance, y estaba bastante bien, ya que además, interactuaban bastante con el público, llegando a sacar a alguno de ellos para su gran final (si los veis, os recomiendo que os quedéis).
Continuamos entre árboles hasta llegar a la Plaza del Parterre y la puerta de Felipe IV, en la calle Alfonso XII, frente al Casón del Buen Retiro.
Ya estábamos buscando el último sitio que íbamos a ver en El Retiro, el Bosque del Recuerdo. Levantado el 11 de marzo del 2005, un año después del atentado en Madrid como homenaje a las 192 víctimas. Se compone de 192 olivos y cipreses (uno por cada víctima) en forma de espiral.
Bajamos hasta la verja de la calle Alfonso XII y la fuimos hasta llegar a la puerta de la Cuesta Moyano, conocida por las casetas de venta de libros.
Despues de ver El Retiro, nuestro destino era el Museo Reina Sofía, ya queríamos aprovechar unas entradas gratuitas que teníamos (cortesía por estar asegurados en Mutua Madrileña de Seguros, así que si lo sois, atentos a vuestra área personal y a las revistas que mandan 😉 ).
Museo Reina Sofía
Llegamos al Reina Sofía y cogimos un plano para saber por dónde íbamos y los nombres de las salas. En la primera planta había una exposición que no comprendimos nada, era “NSK del Kapital al Capital. Neue Slowenische Kunst”.
Cuando estuvimos leyendo alguna de las aclaraciones que había (y por lo que veíamos y oíamos) creíamos que era una banda de metal, tipo el grupo Rammstein, pero que eran de extrema derecha.
Investigando, descubrimos que era todo lo contrario, era un grupo que odia al fascismo/nazismo, detestan al comunismo e indican que el capitalismo actual también es un totalitarismo y esto lo cuentan a través de la sátira.
Para continuar la visita, cogimos el ascensor (es un ascensor mirador desde el que podrás contemplar la estación de Atocha y la plaza donde está la entrada) hasta la cuarta planta, para tras ver las salas, ir bajando hasta la salida.
“¿La guerra ha terminado? Arte en un mundo dividido”
En la cuarta planta hay una exposición llamada “¿La guerra ha terminado? Arte en un mundo dividido”. La colección recorre las transformaciones artísticas en las posguerras de la Guerra Civil española y acabando en la Segunda Guerra Mundial.
Bajamos hasta la tercera planta, donde estaban expuestas las colecciones de George Herriman, con la colección “Krazy Kat es Krazy Kat es Krazy Kat” y de William Kentridge, con la colección “Basta y sobra”.
Y ya llegamos a la segunda planta, la que más ganas teníamos de ver, ahora lo entenderéis. Aquí se encuentra la colección “La irrupción del siglo XX: utopías y conflictos”, donde plantean los conflictos entre una modernidad dominante entendida como progreso y sus múltiples descontentos.
Guerra Civil
Se compone de diez salas, en las que podréis ver el documental “Las Hurdes, tierra sin pan” de Luis Buñuel grabado en 1932, imágenes sobre la Segunda República española, la Guerra Civil o la dictadura (hay fotos de Robert Capa).
Tambien cuadros de Salvador Dalí, Miró o Pablo Picasso, y su gran obra, el Guernica. Lo de gran va en todos los sentidos, filosófico como por el tamaño, mide 7,80 metros de largo por 3,5 de alto.
Refleja la barbarie sufrida por el pueblo vasco de mismo nombre un 26 de abril de 1936 cuando, la Legión Cóndor y la Aviación Legionaria, bombardearon el pueblo como prueba para la Segunda Guerra Mundial.
Tras completar la visita, fuimos a coger algo de fuerzas a una terraza del barrio de Lavapiés. Teníamos los pies molidos y las rodillas cansadas del museo, fueron más de dos horas (a paso de tortuga) más ver El Retiro.
Así que tras un pequeño tentempié, nos pusimos en marcha y nos fuimos para casa, que ya era tarde.
Si queréis ahorrar en la entrada al Reina Sofía (son 8€ + gastos si la compras online o 10€ en taquilla), estos son los horarios de acceso gratuito:
- Lunes – de 19:00 a 21:00 h.
- Martes – Cerrado.
- Miercoles-Sabado – de 19:00 a 21:00 h.
- Domingo – de 13:30 a 19:00 h.
Los días 18 de abril, 18 de mayo, 12 de octubre y 6 diciembre estará abierto y gratuito de 10:00 a 21:00 h. Y los días de cierre son 1 y 6 enero, 1 y 15 de mayo, 9 de noviembre y 24, 25 y 31 de diciembre.
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«Disfruta de cada momento».
Pero qué bonito es nuestro Madrid y qué hermosas fotografías has hecho. ¿Así esta ahora la Rosaleda? … tengo que ir
Es muy bonito, lástima que no le disfrutemos cómo se merece. La Rosaleda estaba muy poco colorida, me la imagino en primavera/verano y tiene que tener unos colores que invitan a pasear entre ella
Nice…