Pamplona, sus calles y tradición en un día
Es el último día que nos queda antes de poner rumbo a Madrid e íbamos a ver Pamplona.
Pamplona, según su oficina de turismo de turismo, tiene tres recorridos para poder verla entera: del encierro, monumental y del Camino de Santiago. Nosotros hicimos una pequeña mezcla de las tres.
Este día nos lo tomamos con calma, no nos levantamos a las ocho como otros. Bajamos en coche y lo dejamos en el parking que os dijimos en el primer día.
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Que ver en Pamplona
Justo al lado del parking empezamos la visita. Nos encontramos con los Corralillos del Gas, que es desde donde la noche antes de los encierros llevan a los toros hasta Los Corrales de Santo Domingo, que son desde donde empiezan. Este paseo de apenas 440 metros, se realiza a las 10 de la noche del día anterior y se llama “el encierrillo”.
Continuamos y cogemos el ascensor hasta la parte alta. Una vez arriba, rodeamos el ascensor y tomamos el camino de la derecha por el Paseo de Ronda, donde antiguamente, como su nombre indica, los centinelas hacían la ronda de vigilancia en las murallas de la ciudad.
Al final del Paseo de Ronda llegamos al Portal Nuevo, puerta del siglo XVI que daba entrada a Pamplona por el lado noroeste de la antigua muralla.
Este Portal nos daba a nosotros la entrada a los Jardines de la Taconera (el parque más antiguo, hermoso y emblemático de Pamplona), y en su interior, el Parque de Larraina. Este último parque cuenta en su interior con un pequeño zoo, situado en unos fosos, en el que conviven ciervos, patos, faisanes, cisnes, pavos reales… en estado de semilibertad.
La Ciudadela
Atravesando el parque, llegamos a La Ciudadela. No fuimos directamente a la puerta principal, si no que al llegar a la esquina de la manzana según llegas desde los jardines, nos metimos por un camino de asfalto de un metro y medio que salía hacia la derecha. Este camino te lleva entre los muros que formaban los fosos.
Entramos en La Ciudadela por la Puerta del Socorro. El conjunto de La Ciudadela es un parque público con grandes zonas verdes donde l@s pamplonic@s pueden realizar actividades de ocio, deporte y cultura.
Desde La Ciudadela ya nos fuimos a comer. Según salimos, cogimos la calle que teníamos en frente (Calle San Nicolás) y llegamos a la Plaza del Castillo, donde nos sentamos en una terraza a comer tranquilamente y dejarnos de pintxos y bocatas.
Iglesia de San Lorenzo
Una vez terminamos de comer nos fuimos a la Iglesia de San Lorenzo, donde se encuentra la Capilla de San Fermín y, en esta, la imagen del santo.
Una vez visitada la iglesia volvimos al Paseo de Ronda, pero esta vez, continuamos nuestro camino hacia la izquierda tras bordear el ascensor. Desde aquí, y tras bajar un tramo de escaleras, llegamos a los Corrales del Santo, desde donde salen los toros para comenzar el recorrido del encierro.
A pocos metros de estos corrales se encuentra la Hornacina de San Fermín, en la calle Santo Domingo, donde cada mañana antes de los encierros se canta al santo pidiéndole protección para los corredores. Un mítico para ver en Pamplona.
Hornacina de San Fermín Toriles
Continuamos el recorrido hacia el puente de la Magdalena, pasando antes por la entrada a la Pamplona amurallada más antigua que aún se conserva, el Portal de Francia. Originario del siglo XVI, es la única entrada que se mantiene en pie y conserva su estructura original, con el puente levadizo y sus mecanismos.
Tras pasar por el Portal de Francia, llegamos al puente de la Magdalena, construido en el siglo XII y perteneciente al Parque fluvial del río Arga, así como un punto importante en el Camino de Santiago.
Caedral de Pamplona y alrededores
Tras ver el puente, volvimos sobre nuestros pasos, pasando de nuevo por el Portal de Francia camino a la Catedral de Pamplona.
Antes de llegar a la catedral, hay una calle que es una de las más pequeñas de España, la Calle Salsipuedes. Sale de la Plazuela de San José y en la entrada tiene una reja, la cual se cierra a ciertas horas y no se abre hasta bien entrada la mañana. Solo hay acceso al Convento de las Carmelitas. “¡Sal si puedes, entra si te dejan!”, solían decir antaño.
Y llegamos a la catedral, del siglo XV, con fachada de estilo neoclásico y arquitectura interior de estilo gótico. En ella hay enterrados siete reyes de Navarra, así como reinas, príncipes y princesas, obispos u otras personalidades.
La entrada a la catedral es gratuita, solo tendrías que pagar (5€ por adulto) si vas a visitar el museo que hay en su interior. Nosotros no lo pudimos ver ya que este estaba en remodelación y estaba cerrado al público. De lo que sí pudimos disfrutar fue del tañer de las campanas a las 19:20.
Más de encierros
Desde la catedral, bajamos a la conocida Calle Estafeta y la recorrimos cual toro, de principio a fin, para llegar a la Plaza de Toros de Pamplona donde finalizan los encierros y, esa misma tarde, lidian a los toros.
A pocos metros de la plaza de toros, en la Avenida Roncesvalles esquina Avenida de Carlos III el Noble, se encuentra el Monumento al Encierro. Formado por 19 figuras,se puede ver la típica imagen de un encierro, los corredores delante del toro a través de las calles de Pamplona.
Tras ver Pamplona, volvimos al hotel donde cenamos en la cafetería de este y al día siguiente la vuelta para Madrid, no sin antes terminar de conocer unos bellos lugares que teníamos pensando conocer sin desviarnos mucho.
«Disfruta de cada momento».
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Me gustó el paseo, bellas imágenes!
¡Gracias! Ya llega a su fin, mañana martes 12 sale el último día que pasamos en Navarra. Espero que lo hayas disfrutado y si no lo conoces, que te hayan entrado ganas de conocerlo.